1. Amarás a tu cliente sobre todas las cosas.
Un negocio depende de sus clientes. Todas las acciones que realices como líder deben estar enfocadas a satisfacer las necesidades de estos. Solo así tu empresa será rentable en el tiempo y no morirás de gloria. No olvides a tus proveedores y red de contactos, ellos pueden proporcionarte a su vez profesionales muy valiosos que pueden generar sinergias muy interesantes a tu negocio.
2. No delegarás en vano.
No cometas el error de acumular responsabilidades y tareas innecesarias que no aportan más valor al negocio que si lo hicieran otros profesionales igualmente preparados. Delega en la persona adecuada. Forma, dedica tiempo y realiza seguimiento periódico de los trabajos de tu equipo. Si delegas bien, generarás talento interno y el sentimiento de pertenencia al grupo aumentará.
3. Santificarás tus recursos.
Utiliza eficientemente tus recursos humanos, materiales y económicos. La sostenibilidad del negocio en el largo plazo depende del uso que hagas de ellos.
4. Honrarás y te adaptarás al cambio.
Un buen líder debe tener capacidad de aceptar los cambios, aclimatarse a ellos y gestionarlos ante su equipo. Algunos cambios son impuestos, otros necesarios y algunos provocados por el propio líder. En cualquier caso, comunícalos a tu equipo con la suficiente antelación para que puedan entender la mejora que esto supondrá en la organización.
5. No tendrás conflictos innecesarios.
Conoce a tu equipo, escucha e intenta entender todos los puntos de vista. Esto te evitará muchos conflictos innecesarios y podrás anticiparte a ellos si estos llegaran. En cualquier caso, como líder debes tener la capacidad de resolver conflictos buscando siempre el ¨win-win¨. Si llegas a una situación desagradable, pregúntate, ¿Por qué perder uno de los dos si podemos ganar todos?
6. No renunciarás a comunicarte.
No hay líder que no comunique bien. Un líder debe ser claro, transparente y creíble. Muéstrate siempre profesional y realiza escucha activa. Tu equipo siempre tiene algo que aportar y solo debes permanecer atento porque cualquier oportunidad es buena para aprender de ellos.
7. No olvidarás planificar la tarea.
Dedica un tiempo en el fin de semana a planificar la próxima semana, organizar la agenda y priorizar tareas. Evita los “ladrones de tiempo”, como reuniones improductivas de más de 45 minutos, o proveedores que no entren en los objetivos de la empresa en el corto plazo. Pide a tu equipo que siempre elabore un acta tras cada reunión y la comparta contigo. Eso mantendrá el foco en la tarea y podréis repasar resultados.
8. Respeta tiempo para analizar.
Conoce lo que pasa en tu empresa y analiza la relación existente entre los trabajadores y sus clientes y la de los trabajadores entre sí. Genera buen ambiente en todos los entornos y contextos de trabajo. Un buen líder debe obtener el máximo rendimiento de su equipo y fomentar la cohesión y cooperación del equipo.
9. Tendrás actitud positiva.
El líder debe tener capacidad de autoliderazgo, gestionar bien el estrés y tener siempre una actitud abierta y positiva. Acepta la crítica constructiva. El buen humor y una buena dosis de optimismo te ayudará en ocasiones a solventar los problemas y situaciones desagradables de una forma menos dañina y más eficiente.
10. No malgastarás tu tiempo ni el de los demás.
El tiempo de los miembros de tu equipo es al menos tan valioso como el tuyo. Sé puntual, respeta los horarios de trabajo y de descanso, evita reuniones improvisadas o comentarios “en el pasillo”. Dedica a cada trabajador un tiempo en la semana para planificar, asignar y evaluar tareas.